martes, 20 de septiembre de 2016

Castillo de Falkenstein. Aventuras en la Era del Vapor


En una inversión de lo habitual este artículo es obra de Abnoba y ha sido revisado por mí. Como agradecimiento he escrito un artículo sobre cómics, Gatchaman en Top Cow, para su blog Itinerario a Balura. -Matthew Flamen


Castillo de Falkenstein es un juego que cuenta con entusiastas admiradores y éxito de crítica. Con lo que no contó, sin embargo, es con un arrollador éxito comercial. Escrito por Mike Ponsmith, autor también de Cyberpunk 2020, fue publicado en EEUU en 1994 por la editorial R.Talsorian Games. La editorial Martínez Roca publicó su traducción en España tan sólo un año después, con una calidad excepcional para la época, pero hoy en día es prácticamente inencontrable en español. Los suplementos jamás llegaron a traducirse. El material en inglés ha corrido mejor suerte y en la actualidad tanto los libros impresos como los PDFs publicados por R.Talsorian están disponibles y en Junio de este año se anunció que se había alcanzado un acuerdo de licencia con Fat Goblins Games por el que a finales de este verano se publicará el primero de varios suplementos nuevos para el juego.


Al final del artículo se incluye una traducción al castellano del índice alfabético del básico y una recopilación de las tablas más utilizadas, que he realizado como complemento a este artículo. -MF

Castillo de Falkenstein es uno de los primeros libros de rol que me leí entero, aunque eso tiene que ver menos con lo mucho que me interesaba jugarlo y más con lo atractivo que me resultaba como pieza de ficción. Y es que Castillo de Falkenstein es a la vez un juego de rol y novela corta.

Cuando Tom Olam, diseñador de juegos de ordenador, fue secuestrado mediante brujerías por un hechicero solitario y un señor feérico, difícilmente podía suponer que pronto sería un elemento central en la lucha por controlar un universo victoriano alternativo. Pero antes de que acabase ese juego mortal tendría que enfrentarse con titánicas fortalezas terrestres, burlar dragones, amar a una hermosa aventurera y derrotar a las malvadas legiones de una corte oscura determinada a destruirlo a cualquier precio.
Después de eso, quizá, sólo quizá, pudiera encontrar un camino para regresar a su hogar...

Los dos párrafos anteriores son parte del texto que aparecía en la contraportada de la edición española, y por una vez en este tipo de cosas, el texto de sumario de verdad refleja lo que se puede encontrar en el libro. Tom Olan es el protagonista, que es arrastrado desde nuestra realidad a un mundo victoriano alternativo. Cuando se despierta en este nuevo mundo, se encuentra en medio de una trama de conspiraciones y luchas por el poder en la que jugará un papel fundamental. Pero Olam no está demasiado desencantado por cambiar su vida frente a un ordenador, y siempre pendiente de los plazos de entrega, por una de romance y aventura, asistiendo a elegantes bailes de salón y batiendose a espada junto a sus camaradas. ¿Cómo no maravillarse por un mundo donde existe la magia, los dragones y los feéricos, donde los personajes de nuestras obras de literatura del XIX son reales y las leyes de la realidad lo suficientemente flexibles para permitir la creación de los más extraños inventos? En las palabras de Olam "Este lugar es todo lo que la Era Victoriana debería haber sido y mucho más: una realidad donde la magia convive con extraños inventos salidos de una Revolución Industrial alucinada. Diariamente, la tecnología del vapor se combina con la ingeniería enana, y aquí eso es normal".


Marianne, Tarlenheim y Olam se enfrentan a los guardias del regente bávaro.

Olam no sólo es el protagonista, sino también el guía del lector/jugador por este mundo extraordinario. Alguien con la perspectiva de un habitante de finales de nuestro siglo XX y los mismos deseos de vivir aventuras que los jugadores; aunque en el caso de los jugadores sean aventuras en la mesa de rol, y los únicos que corran el riesgo de ser ensartados por estoques sean sus personajes. Durante la primera mitad del libro, Olam alterna entre narrar sus aventuras en Nueva Europa (el nombre de la Europa de este mundo) y describirnos la cultura, política e historia del lugar, mezclando crónica personal y cuaderno de viaje. Lo que no puede encontrarse en esta mitad son reglas, ejemplos de elaboración de personaje o tablas de puntos de daño. Castillo de Falkenstein es un juego que homenajea e intenta recrear cierto tipo de historias: las novelas y películas de aventuras de época, las novelas de ciencia ficción del XIX... y es mediante una historia, la de Tom Olam, como se nos introduce al mundo y al "sabor" de este juego.

Publicada esta primera parte en papel satinado y a color, Olam usa sus dibujos para ilustrar sus vivencias en  Nueva Europa. Al menos dentro de la novela, porque en el mundo real es William C. Eaken quien realiza las estupendas y numerosas ilustraciones a color y que figura como coautor del libro por su trabajo. De las ilustraciones en blanco y negro se ocupan Gloria Yuh Jenkins y Erik Holtz, y Mark Schumann de las (no muy numerosas) generadas por ordenador.
El hechicero Morrolan se reune con el rey de los dragones Verithrax Draconis
Junto a las ilustraciones, también se usan fotografías en blanco y negro y grabados de la época para mostrar el aspecto de varios artefactos y la estética de Nueva Europa. Personalmente, creo que el tipo y estilo de ilustraciones son un gran acierto a la hora de situar al lector en la época, y la paleta de colores escogida, con una predominancia de colores cálidos, ayudan a establecer el tono del libro, optimista y positivo. Sin embargo, he leido a gente quejarse de que algunos textos, que se superponen en parte a las ilustraciones, son dificiles de leer. Creo que el problema ocurre sobre todo en la edición en inglés, y yo, que no tengo ningún defecto de visión,  no he tenido dificultades para leer esos textos, pero parece que puede ser un molesto problema para algunas personas. No ocurre con frecuencia, sin embargo. También se puede señalar que, esta vez en parte de la tirada de Falkenstein en castellano, algunas de las páginas de la segunda mitad del libro transparentan.

La segunda parte del libro, en blanco y negro y en papel mate, es donde se recogen las reglas, de las que hablaré más adelante. También se amplía en parte la ambientación, aunque de una forma más enfocada directamente a su uso en una partida. La sección de reglas, por cierto, enlaza con la parte de ficción. Tom Olam explica que crea el juego como una forma de entretenimiento para sus amistades de Nueva Europa, cuando estas se sienten intrigadas por su descripción de los juegos de rol de nuestro mundo. Olam sigue siendo el narrador en esta parte del libro. Esta sección también contiene un índice alfabético en la edición americana, pero en la versión española, por descuido o intencionalmente, no se incluyó, algo que complica bastante buscar cualquier dato concreto en las 90 y algo páginas de reglas, cuyos subapartados no se incluyen en el índice por secciones del principio del libro. Como se indica anteriormente, se incluye un enlace a una traducción del índice al final del artículo.

Al final del libro también hay una corta bibliografía con materiales de consulta para los que quieran aprender más de la época victoriana real y los mitos sobre feericos, y que puede servir para dar ideas para partidas o añadir más detalle a la ambientación para aquellos interesados.

Para los que quieran probar el juego lo más pronto posible, también se proporciona en el básico una aventura corta lista para jugar, y algunas ideas a partir de las que desarrollar partidas, pero no existen módulos publicados comercialmente. Aunque como con casi cualquier juego popular, se pueden encontrar modulos no oficiales en internet, como el publicado originalmente en el número 56 de la revista Líder, que puede descargarse en la página de la Sinergia del Juego de Rol o el publicado en la revista Pyramid.


Imagen de la página "Un Paseo por Nueva Europa"


Mapa de Nueva Europa


El Tono y los Temas de Castillo de Falkenstein

 

Castillo de Falkenstein intenta evocar la atmósfera de estar viviendo una novela. Los jugadores llevan un diario con sus experiencias, las partidas se estructuran en capítulos y escenas y el autor anima a incorporar las convenciones de los melodramas victorianos en las creaciones de los personajes y el desarrollo de las partidas: duelos a muerte, némesis, discursos grandilocuentes... Pero no debe entenderse el juego como un intento de imitación purista de la literatura de la época, una pretensión que sería absurda, teniendo en cuenta la enorme variedad que existió. En realidad, el cine de aventuras y capa y espada también tiene una enorme influencia, hasta el punto de que hay un apartado en las reglas llamado Esgrima Cinematográfica, comparando los duelos en el juego con los que se pueden ver en las películas de Errol Flynn. Otras obras de literatura, cine y televisión ambientadas en el XIX, pero de origen moderno (la serie de Flashman, Jim West...) también se dan como ejemplo de posibles fuentes de inspiración para las partidas. En muchas ocasiones, Castillo de Falkenstein, de una forma completamente intencional, se inspira más en los tópicos sobre la literatura de la época que en la versadera literatura de la época.

La Nueva Europa de Castillo de Falkenstein no es nuestra Europa del XIX, es el escenario donde transcurren la hazañas de nuestros héroes, donde osados aventureros luchan contra los insidiosos  planes de malvadas organizaciones, o se baten por el honor y la vida de aquellos más débiles y desprotegidos. Y para conseguir el tono apropiado para el tipo de historias que se pretenden contar, se ha hecho esta Europa mucho más amable de lo que lo que lo fue la nuestra durante el siglo XIX. El colonialismo y sus terribles consecuencias jamás alcanzaron los mismos extremos en el mundo de Nueva Europa; las mujeres, incluso si siguen teniendo limitaciones sociales, disfrutan de mucha más libertad de la que tenían en nuestra realidad; y no sólo hay educación universal, sino que el estandar educativo, incluso para la gente pobre, es mucho mayor de lo que era en nuestra realidad.

Falkenstein es un juego optimista y positivo, donde los protagonistas son auténticos héroes, gente que, incluso con sus defectos y sus dudas, al final siempre harán lo que deben, en un mundo donde aún se respetan las ideas de honor y virtud: hacer lo que es correcto, no importa lo que cueste, y hacer buenas acciones sin esperar nada a cambio.

Sin embargo, en esa construcción de un atractivo siglo XIX alternativo, a veces Castillo de Falkenstein termina idealizando demasiado el siglo XIX real, existiendo en el juego una cierta nostalgia hacia un pasado que nunca existió. Olam, por ejemplo, lamenta en ocasiones que en nuestro mundo ya no se valore el honor como se hacía antes, y olvida que el concepto de honor neoeuropeo es distinto al concepto de honor en el siglo XIX real, que estaba ligado más ligado a la respetabilidad social que a ideas éticas, y que contribuyó a limitar la libertad individual, especialmente para las mujeres, además de servir como excusa para justificar los privilegios de las familias nobles.

Para aquellos interesados en el siglo XIX, se nota el cuidado puesto por el autor en investigar los distintos aspectos de la época, desde la moda a las formas de transporte, desde las formas habituales de entretenimiento a cuál es el tratamiento adecuado según el título de la persona a que te diriges. En concreto, la información y ayudas del juego están orientadas a ambientar las partidas alrededor de las décadas 70 y 80 del siglo. Teniendo en cuenta los cambios políticos, culturales y sociales, tomar el conjunto del siglo XIX como algo homogéneo sería absurdo, y es algo que se ha evitado. El juego puede ser interesante para aquellos que estén interesados en el siglo XIX real, pero sin olvidar que Castillo de Falkenstein es una fantasía, y no sólo por la presencia de dragones. El libro intenta mantener la veracidad histórica al reflejar ciertos aspectos de la sociedad, pero sólo mientras no interfiera con la narrativa.

Uno de los aspectos del juego que considero interesantes es la libertad que ofrece a la hora de plantear las partidas. Mientras que existen juegos como Vampiro o Kult que se dedican a explorar aspectos específicos de su ambientación, o tienen como eje conceptos concretos, Falkenstein tiene como objetivo presentar un mundo completo para ser explorado. Falkenstein incorpora elementos de ciencia-ficción, terror, fantasía...Elementos que pueden ser usados, o convenientemente dejados de lado, según el estilo que se prefiera jugar.  Podemos centrarnos en los elementos sobrenaturales para crear una partida de terror gótico, igual que podemos tomar los elementos políticos del juego para crear una partida sobre intrigas políticas, o incluso usar los elementos sociales y explorar el romance en este siglo XIX fantástico. Ninguna de las premisas forzaría demasiado el concepto del juego, y de hecho, el intento del juego de evocar la sensación de que los personajes son parte de una novela anima a explorar distintos conceptos y géneros literarios. Como contrapartida, ninguna de las partes se describe con el mismo detalle que juegos que se centran en un aspecto concreto. Puede jugarse una partida centrada en las órdenes hechiceras de Nueva Europa, por ejemplo, pero el nivel de información que se proporciona sobre el funcionamiento interno de cada orden no será el mismo que un jugador de Ars Magica tendrá sobre las distintas casas. Los Anfitriones tendrán que realizar su propia interpretación de los aspectos no cubiertos en el manual, lo que hace que sea fácil que cada grupo de grupo acabe jugando con su propia versión de Falkenstein, al menos en lo que se refiere a los aspectos menos desarrollados por el manual. 

El Reglamento (y reglamentos alternativos) 

Tanto en forma como en funcionamiento, el reglamento de Castillo de Falkenstein está diseñado para complementar la ambientación y temática del libro. En forma, porque usa cartas en lugar de dados, lo que le dá cierto caracter peculiar al sistema y enlaza con la ambientación basada en el siglo XIX, cuando los dados no eran considerados un juego de caballeros. En funcionamiento, porque las cartas proporcionan al juego un componente estratégico que contribuye a la impresión de partida-dentro-de-una-novela, al darle a los jugadores un mayor control narrativo y la posibilidad de administrar sus esfuerzos y logros en base a los objetivos que consideran prioritarios. 

Creación de personajes 
  
Para crear a un personaje no se comienza con tiradas de dados o asignando puntos en habilidades, sino con la descripción de ese personaje y su historia. El manual presenta una serie de preguntas para que lo jugadores respondan. "¿Cómo te llamas?""¿ Dónde naciste y dónde vives?""Describe tu infancia y tu niñez en general". Son quince apartados que van definiendo al personaje: su historia, sus motivaciones, sus enemigos y aliados...Tan sólo en el decimotercer apartado encontramos un aspecto del personaje que se definirá cuantitativamente: sus habilidades. Las habilidades de los personajes pueden tener seis niveles, con un determinado valor numérico asociado: malo (2), medio (4), bueno (6), muy bueno (8), excepcional (10) y extraordinario (12). Los personajes tienen de base tres habilidades en las que son buenos, una en la que son muy buenos y una en la que son malos. Cualquier habilidad no definida se asume como media, y se pueden escoger habilidades adicionales a niveles altos si se escogen más habilidades malas.

Uso de la baraja y empleo de las habilidades 

 

Al principio de cada sesión se reparte cuatro cartas de la baraja (una baraja inglesa corriente, comodines incluidos) a cada jugador. Cada palo de la baraja está asociado a un tipo de habilidad: diamantes para las habilidades intelectuales, tréboles para las físicas, picas para las sociales y corazones para las emocionales. Los palos del mismo tipo que la habilidad que se emplea suman el valor de la carta, mientras que los de otro tipo suman sólo un punto. El director tiene su propia mano de fortuna, para jugar con Personajes No Jugadores o aumentar la dificultad de un desafío cuando crea que es dramáticamente apropiado.

 

Aunque el sistema tiene elementos que aún no he mencionado (tablas de puntos de daño, un sistema de duelos...), es en general muy sencillo y fácil de dominar, algo que gustará a los que prefieran sistemas simples. Como contrapartida los jugadores que prefieran sistemas con más variables, o que les permita una mayor complejidad y variación en la construcción del personaje (al menos en su aspecto numérico), el sistema puede resultarles un tanto limitado, y esta es una queja habitual entre algunos jugadores.

 

En general, cuando sea necesario emplear una habilidad, lo único que tiene que hacer el anfitrión es comprobar el nivel de los jugadores en esa habilidad. Si es lo suficientemente alta, el jugador consigue realizar la hazaña. Si no tiene éxito, o si el jugador quiere que su éxito sea todavía más espectacular, puede emplear una o más cartas de su mano. Por poner un ejemplo, un personaje con sigilo normal (4) no podría superar una hazaña que le exigiera tener sigilo bueno (6); pero si tuviese en su mano un 6 de tréboles (tréboles siendo el palo asociado a sigilo) y lo jugara, podría sumar su habilidad de 4 al bono de 6 dado por la carta, consiguiendo sumar 10 y superando así la dificultad. En cambio, con un 6 de diamantes sólo podría sumar un punto, y no sería suficiente para superar la dificultad. Cada carta que se usa se renueva inmediatamente con otra de la baraja de fortuna, por lo que jugadores y director siempre tiene cuatro cartas en mano.

 

Cualquier jugador de cartas que se precie sabe cómo reservarse las mejores cartas para los momentos más adecuados, cómo intentar engañar a los otros jugadores sobre qué mano tienen o intentar adivinar qué manos tienen los otros en base a lo que se ha jugado (o no). Aquí no es muy distinto, y es lo que le dá un componente estratégico (y social, para aquellos que mejor sepan farolear) al sistema de este juego. La capacidad de regular cuando jugar qué cartas les da a jugadores y anfitrión un mayor control sobre el flujo de la narrativa que el completo azar de los dados, aunque el elemento de azar no está eliminado por completo.

 

Otra consecuencia del sistema es que las cartas tienen un mayor efecto sobre el resultado que el valor de las habilidades de un personaje. Cada carta puede sumar entre 1 y 15 puntos al valor de habilidad (15 puntos es el valor del comodín) y pueden jugarse hasta 4 cartas, mientras que el valor máximo que puede alcanzar una habilidad es 12. Para algunos jugadores, puede ser frustrante ver a personajes con habilidades más bajas que las suyas superar ciertos desafíos con mayor éxito por una cuestión de suerte en las cartas, pero también significa que todos los jugadores tendrán siempre la oportunidad de contribuir, incluso en sesiones centradas en habilidades que no son su especialidad, especialmente si usan juiciosamente sus cartas. Todo esto no quiere decir que las habilidades propias de un personaje sean irrelevantes, porque por una parte el valor de una habilidad es un bono que no depende de la suerte, y en muchas ocasiones puede ser suficiente para realizar una hazaña sin tener que confiar en obtener una mano afortunada, y por otra, los niveles altos proporcionan ciertas ventajas adicionales (mayor número de puntos de vida, conocimiento de idiomas, etc...) 

 

Incapacitación de personajes 

 

Hablando de cosas que pueden resultar frustrantes, matar a tus jugadores en Castillo de Falkenstein puede ser una tarea complicada, así que no aconsejo el juego a directores que disfruten produciendo un alto nivel de bajas en sus sesiones. En Falkenstein el desafío no es sobrevivir, o matar a tus enemigos, sino conseguir los objetivos de tu aventura, o incluso la aventura por la aventura; acabar sin puntos de vida significa que el personaje se desmaya y necesita tiempo para recuperarse, pero no muere (aunque en los casos más graves existe la posibilidad de sacar una carta para echar a suertes si el personaje muere o no). Lo mismo se aplica a las muertes causadas por los jugadores; cuando un personaje  mata a alguien es porque ha decidido matarlo. Como se explica en la página 188 del manual: 

 

"Para matar a alguien, primero tienes que pegarle o herirlo hasta la inconsciencia y luego especificar que sigues haciéndole daño hasta que lo matas. No puedes herirlo por "debajo" de su capacidad; debes, pues, elegir matarlo. En resumen, debes decir, "lo mato". Una elección libre, pero con preocupantes implicaciones morales." 

 

Las muertes escasean en las partidas de Falkenstein pero, precisamente por eso, cuando ocurren tienen significado.

 

Notablemente, existe una forma adicional de dejar incapacitado a un personaje, que se aplica sólo a los personajes femeninos. Y digo notablemente, porque en la época en la que se publicó Castillo de Falkenstein no era habitual tener distinciones en el sistema en base al sexo del personaje. La regla, que intenta crear una mecánica para el tópico de las damas victorianas que se desmayan con cualquier cosa, consiste en que cuando una dama con la habilidad Coraje a nivel normal o malo se siente abrumada por cosas como lenguaje grosero o tratamiento rudo, acaba desmayándose. Es una regla que es fácilmente ignorable, y pueden evitarse sus efectos creando un personaje con habilidad Coraje alta a expensas de hacer el personaje tal y como se preferiría, pero para los que lleven personajes femeninos, verse incapacitados con mayor frecuencia que los demás jugadores, sólo por llevar a una mujer, puede afectar a su disfrute del juego. Es una regla que se basa en un tópico sobre la literatura victoriana y, a veces, como ya he dicho, Castillo de Falkenstein se basa más en los tópicos que en la verdadera literatura de la época (no son, por ejemplo, tan fecuentes los genios malvados en la literatura victoriana como parecen serlo en Nueva Europa), pero no está de más señalar que no es extraño encontrar en las novelas del XIX a personajes con una reacción física (desmayos, enfermedad...) a sobresaltos emocionales extremos, aunque esto también incluye a los personajes masculinos. Recordemos, por ejemplo, a Watson desmayándose cuando descubre que Sherlock está vivo en La Casa Deshabitada

 

El sistema de magia 

 

Otro aspecto importante del sistema es el funcionamiento del sistema de magia. Los personajes magos usan una segunda baraja para representar el uso de sus poderes. Los hechizos son poderosos, pero conseguir realizarlos es un proceso lento y laborioso e intentar ir más deprisa tiene sus riesgos. Para realizar un hechizo se va sacando una carta del mazo de magia cada dos minutos de tiempo de juego (en el suplemento Comme il Faut las reglas sobre cada cuanto sacar una carta nueva varían ligeramente) que representa la energía que es necesario ir acumulando para realizar el hechizo. Hechizos más complejos o poderosos requieren más energía. Cada hechizo está asociado a un palo, según el tipo de hechizo que sea. Usar energías del palo equivocado puede ser útil cuando el tiempo apremia, pero hace que el hechizo no se comporte como debería, creando efectos inesperados (alucinaciones, auras de miedo que afectan al mago...).  Cualquier interrupción del proceso significa empezar desde el principio y el personaje debe prestar toda su atención para poder realizar el ritual. Por todo esto, los magos no son muy útiles en combate; cualquier enemigo competente puede quitárselos de encima antes de que tengan la oportunidad de crear incluso una bola de fuego pequeñita, pero sus habilidades pueden ser realmente útiles en otro tipo de situaciones, especialmente en manos de jugadores ingeniosos a la hora de usar sus capacidades.


Reglamentos alternativos


Castillo de Falkenstein tiene, en mi opinión, un sistema interesante y bien diseñado para el propósito con el que el autor, concibió el libro. Pero eso no significa que tenga que gustarle a todo el mundo, o sea práctico para todo tipo de partidas. Los que no quieran hacer su propia adaptación, les gustará saber que hay dos sistemas alternativos "oficiales". Uno de ellos es la adaptación de Castle Falkenstein al sistema GURPS, del que se publicó el básico y un módulo llamado The Ottoman Empire. La segunda, es una adaptación del sistema Interlock (el mismo que usan Mekton Z y Cyberpunk) y que se puede encontrar en la página 82 del suplemento Comme il Faut. Lo que no les gustará tanto saber a los que no puedan leer en inglés es que ni el Comme il Faut ni la adaptación a GURPS se publicaron en castellano.


  Suplementos publicados


La editorial R. Talsorian publicó seis suplementos para Castillo de Falkenstein. El manual básico ya contiene toda la información necesaria para poder jugar, y el material adicional no es imprescindible; pero, en mayor o menor medida, complementan la información del básico y son herramientas útiles para los directores.




Comme il Faut (Mike Pondsmith)
De todos los suplementos de Castillo de Falkenstein, Comme il Faut es el que más he usado, con diferencia. Información adicional sobre la sociedad del XIX, mapas con el tiempo de viaje entre las grandes ciudades, los acontecimientos más importantes cada año, respuestas a dudas frecuentes, variaciones y ampliaciones de las reglas, sugerencias para organizar vivos...Si no imprescindible, realmente útil para cualquier director del juego en casi cualquier tipo de partida.




Six Guns and Sorcery (Edward Bolme, Jim Parks y Derek Quintanar)
El básico de Castillo de Falkenstein está hecho para jugar en Nueva Europa, no presentando apenas información sobre lo que ocurre en el resto del mundo. Six Guns and Sorcery amplía el escenario de juego a América del Norte, y lo hace de forma bastante interesante, conservando el estilo de juego, pero en un entorno con su propias políticas, desafíos y características, que puede hacer la experiencia de juego bastante distinta. Una buena lectura tanto para aquellos que quiera dirigir campañas en el Lejano Oeste como para los que quieran incorporar las naciones americanas como un elemento más en las intrigas políticas neoeuropeas.
Como Castillo de Falkenstein, parte del texto es una novela corta con las aventuras de Tom y sus compañeros, esta vez en tierras americanas.




Steam Age (Paul A. Lidberg, Mike Pondsmith, Mark Schumann, Barrie Rosen, Chris Williams, Derek Quintanar y David Ackerman)
Escrito como un número de la revista Popular Invention de Nueva Europa, incluye descripciones y características de los artefactos mecánicos más importantes, desde los relativamente comunes como los automotores, hasta máquinas únicas como el robot gigante del Doctor Tomino, junto con artículos sobre inventores famosos en ese mundo.
También importante, la corrección de una errata que aparece en el manual básico: las tablas donde se señalan los tiempos necesarios para contruir artefactos a vapor se refieren a días, y no a semanas, como se dice originalmente.




The Book of Sigils (Edward Bolme) 
Novela corta sobre un mago de Nueva Europa, que es a la vez un manual sobre el mundo de la magia Falkensteniana, junto con algunas reglas opcionales de magia y descripciones de hechizos, pociones y sociedades mágicas de todo el mundo. Puede ser útil en partidas con un componente mágico importante, y la información sobre el mundo fuera de Nueva Europa es interesante, pero la organización del texto hace que no sea fácil encontrar lo que quieres consultar de forma rápida y las descripciones de cómo funcionan algunos hechizos resultan confusas. A la hora de usar personajes magos, probablemente se le sacará más partido al Comme il Faut, con sus revisiones de las reglas de magia y nuevos hechizos básicos, pero tener una gran variedad estilos de hechicería y órdenes entre las que poder escoger es algo que interesará a algunos jugadores y directores.





The Lost Notebooks of Leonardo da Vinci (Edward Bolme)
Una guía con la descripción y funcionamiento de los motores mágicos creados por Leonardo da Vinci. Probablemente el que tenga un uso más limitado de los suplementos publicados, pero ciertamente puede usarse como fuente de inspiración al diseñar partidas.




The Memoirs of Auberon of Faerie (Jeff Grubb  y Lisa Pondsmith)
En sus memorias, Auberon, el líder de los feéricos leales, recuerda el origen y la historia de los feéricos, y nos describe los distintos tipos y sus características.
Ciertas partes de las secciones de historia no encajan demasiado con el tono habitual de Castillo de Falkenstein (¿feéricos en naves espaciales?), pero la guía sobre los feéricos es un buen complemento a la información sobre ellos del manual básico.


Además de estos seis suplementos, Steve Jackson Games han publicado GURPS Castle Falkenstein y su suplemento GURPS Castle Falkenstein: The Ottoman Empire, que no sólo adaptan Castillo de Falkenstein al sistema GURPS, sino que amplían la ambientación para incluir más información sobre países y territorios no tratados en los libros originales. Y, por supuesto, es posible encontrar suplementos hechos por aficionados.


Poco objetiva opinión final de la autora


Castillo de Falkenstein es uno de mis libros de rol favoritos y uno que siempre he pensado que merecía más éxito del que tuvo. Es un juego que anima a jugar y vivir aventuras sin pensar demasiado en las reglas. Un juego que invita a explorar los salones e intrigas y misterios descritos por el libro y a imaginar todo lo que está más allá de la frontera de sus descripciones. En el que visitar la corte bávara, los túneles de los enanos o el centro de la Tierra. En el que cabe la aventura y la ciencia ficción, el terror y el romance.


Me gustaría creer que la publicación de nuevos suplementos, en este momento en que el Steampunk goza de tanta popularidad, contribuirá a revitalizar el juego y atraer nuevos lectores, pero lo cierto es que tengo pocas esperanzas de que alguna vez llegue a volver a traducirse al castellano el básico, mucho menos el resto del material que se llegó a publicar.


Mi recomendación es que, si alguna parte del contenido del juego os resulta interesante y teneis acceso al material, le deis una oportunidad. Cuenta con la calidad y suficientes elementos originales y bien pensados para ser una interesante adición a una biblioteca de juegos de rol, ya sea por sí mismo o como fuente de ideas para crear escenarios propios.


Tablas del Castillo de Falkenstein